jueves, 5 de marzo de 2009

El hombre que siempre entra para dar alegría


DE NUEVO, FIGUEROA APROVECHO SU OPORTUNIDAD.

Quería ser titular, pero igual confió. "Sabía que iba a tener mi chance", dijo.

El poder del gol sigue vigente en Boca. Y Luciano Figueroa sigue metiendo presión con su eterno grito. El domingo, saltó del banco y en 13 minutos convirtió dos goles para darle forma a un triunfo contundente del cuadro de Ischia frente a Huracán. Anoche, nuevamente arrancó entre los suplentes, jugó apenas 21 minutos y cuando el partido se moría (faltaban tres más otros tres de descuento) metió la cabeza anticipando a Machado --el número 22 se quedó fulminado como si le hubiera aparecido un fantasma por la espalda-- y puso el 1 a 0 que redondeó otro festejo al cielo para dedicárselo --como siempre-- a su fallecido hermano Martincho. Aunque, esta vez, completó la celebración meciendo los brazos porque su hermana le dará un sobrino..."Estaba un poquito fastidioso porque quería jugar de entrada, ser titular. Pero acepto las decisiones del técnico y no protesto", marcó el territorio de entrada. "Traté de no bajar los brazos y pensar en positivo porque sabía que en el segundo tiempo iba a tener mi chance. Y no la desaproveché", se agrandó el ex Central, River, Cruz Azul, Birmingham y Genoa. En el fútbol argentino metió 44 goles en 79 partidos con un envidiable promedio de 0,55 por partido. "A mí siempre las cosas me cuestan mucho. Pero peleo todos los días para quedarme", cerró Lucho, uno de los 9 "mete miedo" de Boca.

lunes, 2 de marzo de 2009

"Figueroa también tuvo su gran tarde"

Entró por Palermo e hizo dos goles.
A Luciano Figueroa le alcanzaron apenas 13 minutos para demostrar porqué debe ser considerado por Carlos Ischia. Recuperado de un desgarro que lo tuvo a maltraer durante el verano, integró el banco de suplentes por primera vez en 2009. Le tocó reemplazar a Martín Palermo después que el goleador eterno marcara su tanto N° 195 en los xeneizes. Ni bien entró, Lucho respondió como sabe: anotó dos veces y alimentó su estadística. En Boca jugó nueve partidos y convirtió cinco goles.
"Tuve suerte porque me tocó entrar cuando la defensa de Huracán ya estaba abierta. Además, me pude adaptar perfectamente al estado de la cancha", dijo Figueroa, sonriente y feliz.
Con la Libertadores y el Clausura en juego, Figueroa espera ahora tener mayor continuidad. Más aún si es que esta semana Lucas Viatri es transferido a Lokomotiv, de Moscú, una venta que le podría dejar al club 5.000.000 de euros.
VAMOS LUCHO!! TE AMOOOOOOO!!!! LUCHO LUCHO LUCHO!!!